¿Qué es?

La labioplastia de labios internos o menores es la intervención quirúrgica que se realiza para disminuir el tamaño y mejorar el aspecto de los labios internos cuando estos son demasiado grandes o asimétricos.

 

¿Cuándo se considera que los labios menores son demasiado grandes?

Pues yo creo que no hay una norma a partir de la cual establecer un diagnóstico. Es algo que depende mucho de cada mujer. Lo que para una mujer puede estar bien, para otra puede ser un problema importante. Es decir, lo importante en la estética genital es la imagen que cada mujer tiene de su vulva. Una mujer puede tener unos labios internos muy grandes y estar encantada con ellos, y eso NO es un problema. Pero si una mujer tiene unos labios internos grandes y no le gustan y eso le está afectando y limitando en su vida diaria, pues entonces SI se puede decir que sus labios son grandes y se va a beneficiar de una cirugía de labioplastia.

Con la depilación integral y, sobretodo, con la liberación sexual femenina, cada vez son más las mujeres que se fijan en el aspecto de sus genitales y valoran si éste les gusta o no.

Aunque muchas veces el problema de la hipertrofia de labios internos es estético, otras veces ocasiona molestias físicas al usar determinada ropa interior, durante el coito, o al realizar determinados ejercicios físicos (ciclismo, montar a caballo, ir en moto),etc. En todo caso las dos razones son igual de importantes, porque una buena autoimagen genital nos permite disfrutar mejor de las relaciones sexuales.

En un estudio que hemos hecho en Clínica Tufet, en colaboración con la Universidad de Almería, hemos visto que las mujeres con peor autoimagen genital tienen más disfunciones sexuales que las mujeres con una buena autoimagen genital. Pero es que, además, al mejorar en estas mujeres la autoimagen genital con la cirugía de labioplastia, mejora también la función sexual. Esto, probablemente, no se deba a que haya un cambio en la estructura de la vulva que mejore el placer sexual; sino a que cuando una mujer se siente más segura del aspecto de sus genitales, se deja llevar mejor  durante la relación sexual y esto le permita disfrutar más de su sexualidad.

Yo realizo esta cirugía con la combinación de una anestesia loco-regional (el bloqueo del nervio pudendo) y el uso de láser de CO2. La combinación de ambas técnicas me permite no tener que poner anestesia local directa en el labio, lo cual es una ventaja porque puedo valorar la simetría continuamente a lo largo de la cirugía.

Una de las cosas más importantes en cualquier intervención estética es la simetría. El ser humano identifica como bello aquello que es simétrico. Por eso yo considero que es fundamental no deformar la anatomía con la anestesia local para poder ir valorando la simetría durante todo el procedimiento.

Una vez recortado el tejido sobrante y habiendo hecho el remodelado de toda la zona, para coser utilizo una sutura intradérmica. Es una sutura que va por debajo de la piel, de forma que cuando la mires solo verás un nudo en la parte superior y otro en la parte inferior de cada herida.

Los primeros días la zona se suele hinchar bastante, por lo que se recomienda hacer reposo  y poner hielo local continuo durante los 3 primeros días.

Es una cirugía que no suele dar mucho dolor postoperatorio y normalmente con antiinflamatorios los 2-3 primeros días es suficiente para controlar el dolor.

Cuando es posible, a mi me gusta volver a verlas a las 48-72 horas de la cirugía, para ver cómo va cicatrizando la herida y descartar que se esté formando un hematoma.

Durante el resto de la primera semana se recomienda seguir haciendo una vida tranquila aunque ya se pueden incorporar a trabajar siempre que su trabajo no implique caminar mucho.

Entre 10 y 15 días después de la cirugía quedamos para retirar los puntos en la consulta. Esto, que a muchas les mujeres les preocupa que les duela, no resulta doloroso y favorece la recuperación.

Desde entonces hasta el último control (a las 4 semanas de la cirugía) ya se puede hacer una vida prácticamente normal, sin realizar ejercicio físico ni mantener relaciones sexuales.

A partir de las 4 semanas ya se puede hacer una vida completamente normal.

En general es una cirugía de bajo riesgo aunque, como cualquier procedimiento quirúrgico, no está exenta de ellos.

El más frecuente es el sangrado, por eso es fundamental seguir las recomendaciones de hacer reposo y poner hielo de forma continua. Normalmente con esto es suficiente para prevenirlo.

Si a pesar de seguir las recomendaciones existiera un sangrado pueden pasar dos cosas:

• Que la sangre salga hacia fuera. Es un sangrado de sangre roja abundante que no para. Eso puede requerir volver a ir a la clínica para coagular el punto que sangra.

• Que la sangre se quede acumulada dentro de la herida formando un hematoma. Por eso me gusta verlas a las 48-72 horas. En caso de que se haya formado un hematoma, en la misma consulta lo podemos drenar para que se facilite la cicatrización.

 

Ninguno de estos sangrados supone un riesgo para la vida de la mujer.

El otro riesgo, al ser una cirugía en parte estética, es que los resultados no sean los esperados. Por eso es muy importante hablar claramente antes de la cirugía de las expectativas respecto a la intervención y aclarar las posibilidades que hay de conseguirlas en cada caso.